viernes, 14 de agosto de 2009

POETISAS LOCALES EN NUEVA ANTOLOGÍA CORDOBESA

SEQUÍA EN LA LAGUNA, foto de María Luján Ortega


María de las Mercedes Rodríguez Sáenz y Eva Lucero de Ortega integran con sus poemas la nueva antología poética de Villa Allende, provincia de Córdoba.
Desde hace 14 años la Municipalidad auspicia y apoya económicamente el encuentro anual de poetas que se realiza para las fiestas patronales de Nuestra Señora del Carmen.
Este año la antología lleva el número doce y los contenidos cubren 398 páginas.


VERSOS AL HOMBRE DEL MERCOSUR
Voy a contarte, amor.
Voy a contarte las cosas que pasan en mi país.
Algunas las conoces porque las has vivido.
Por ejemplo que los hombres regresan al hogar
adormecidos de vino y soledad.
.
Los estudiantes gritan porque saben pensar.

Las madres ya no cantan y los niños preguntan
por qué hace tanto frío adentro del hogar.

Los políticos mienten
convencidos de que el pueblo
necesita mentiras.

Los ricos son más ricos.
Los pobres son más pobres.
En el campo ya no queda voluntad para arar.
Las semillas no llegan o no se pueden comprar.

Son cosas que suceden , no te extrañes, amor.
Se trata solamente de América Latina.
Gracias a Dios, aún, nos queda
la esperanza Argentina.
Eva Lucero de Ortega

SOL
Tiene quince años de luz en la mirada
y su sonrisa es un camino
al país de la esperanza.

La amistad para ella es desafío
y la escuela un paso necesario
en el proceso de hacerse una mujer.

La gracia del asombro la acompaña
cada vez que amanece a un nuevo día
por lo mucho que tiene que aprender.

Está el amor llamando a su ventana,
ella le responderá en el tiempo justo
en los trinos y en las alas de los pájaros.

Llamó a las hadas y las hadas respondieron
con el don particular de la ternura
en los gestos, la voz y el pensamiento.

Mañana es un misterio indescifrable
pero el hoy es muy claro y muy seguro
al amparo del árbol familiar.
Eva Lucero de Ortega

MIENTRAS TANTO
...y la lluvia
tan sólo una promesa,
el espíritu se quiebra bajo el viento
que ya segó el color de los trigales.

Mientras tanto...
un pichicho escarba tierra seca.
Mi niño ríe,
el perro ladra.

Miro al cielo
y lo veo vacío de promesa,
tan seco como
el hoyo que el pichicho cava.

Mientras tanto...
mi niño calla
y creo... creo
que soy yo quien ladra.
María de las Mercedes Rodríguez Sáe

SED
Todo está impregnado de tristeza,
la casa, los arados, los vecinos.
Un viento áspero trajo gran negrura
y fuerte remezón de cementerio en vida.

Desgarra el cuero la bravura del paisaje.
La tierra se pregunta ardiendo en llagas:
¿ Por qué mi piel sedienta y desolada
se abre en grietas sin brotes ni semillas?

Límpido el cielo, es ajeno a tanto drama.
De polvo y hambre se nutren nuestras crías.
Sólo caranchos quiebran el silencio,
harapientos los árboles se agitan.

Mis ojos, ya sin lágrimas, lloran secos.
Hasta el alma está dura, se ha vuelto impía.
¡ Cómo implorar a Dios si ni saliva queda
después de tanto tiempo de sequía!

María de las Mercedes Rodríguez Sáenz

No hay comentarios:

Publicar un comentario